martes, 8 de noviembre de 2011

(2) La historia de Genji

Historia Genji
Murasaki Shikibu

Páginas: unas 1.300 divididas en tomos.

Sinopsis: La novela de Genji es la gran obra maestra de la literatura japonesa de todos los tiempos y una de las primeras novelas de la historia. Escrita por una mujer del refinado Japón imperial de la segunda mitad del siglo X, la novela es una obra magna fascinante, a la altura de las obras de Tolstói, Cervantes, Balzac o Proust, que conjuga la novela de aprendizaje vital, el relato amoroso y erótico, la saga familiar y la crónica de costumbres, construyendo un gran friso histórico de una sociedad en pleno esplendor. Cinco siglos antes que Shaskespeare, La novela de Genji preludia toda la gran literatura universal posterior, con un conocimiento extraordinario del alma humana, de su esencia trágica y cómica. Si se hiciera un canon oriental, a la manera de Harold Bloom, esta obra figuraría como la primera. Marguerite Yourcenar ya dijo que "no se ha escrito nada mejor en ninguna literatura".
La novela de Genji transcurre a lo largo de medio siglo, con infinidad de personajes y de aventuras, muchas galantes, en que el protagonista, hijo del emperador a quien han alejado del poder desde su infancia, pugna por recuperar sus derechos. Una vida repleta de luces y sombras, de maquinaciones de poder y de erotismo, que llenan el clásico más notable de cuantos quedaban por traducir a nuestra lengua.
DESCARGA: parte 1 y parte 2

SOBRE LA AUTORA:

Murasaki Shikibu (978? - 1026?), es una de las más grandes escritoras que el Japón haya podido producir. Es la autora del Genji Monogatari (El Relato de Genji), obra maestra de la prosa de la época Heian, considerada como una de las novelas más antiguas dentro de la literatura universal.

Se sabe que el nombre de Murasaki Shikibu fue llevado por una dama de la corte del Emperador Ichijô (1) que sirvió como dama de honor de la Emperatriz Akiko (2). “Murasaki” habría sido utilizado como un apelativo mientras que “Shikibu” se refería a la posición de su padre en la corte. La escritora nació en una familia de nivel medio de la nobleza durante la mitad del periodo Heian. Su padre, Fujiwara Tametoki, remotamente conectado a la gran familia Fujiwara (3), fue conocido como un letrado y literato. A pesar de ser un hombre culto no tuvo mucha relevancia como oficial en el gobierno y quizá en compensación a esto, se preocupó en ver que su hija fuese bien instruida. Murasaki Shikibu fue notable cuando aún siendo niña, aprendió a leer libros que incluso los más educados jóvenes encontraban difícil.

La infancia de Murasaki no fue feliz pues su madre murió poco después de su nacimiento, seguida por su hermana mayor, de quien ella dependía. Poco después, contrae nupcias con un noble de una familia de similar clase social. En unos pocos años, su esposo, Fujiwara no Nobutaka, también moriría dejándola con una hija (4). Fue en este penoso contexto que Murasaki escribió El Relato de Genji. Esta historia parece ser muy cercana a la realidad en lo que respecta a las relaciones entre hombres y mujeres, y las desafortunadas circunstancias en que se encontraban sus contemporáneas.

El Primer Ministro Fujiwara no Michinaga, guiado por la fama de Murasaki como resultado de la popularidad de La Historia de Genji, parece haber sido quien encontró una posición para ella como dama de compañía de la Emperatriz Akiko.

Además de escribir La Historia de Genji, Murasaki también mostró su genialidad en otra famosa obra llamada Murasaki Shikibu no nikki (El Diario de Murasaki Shikibu), cuyo manuscrito aún se conserva.
Varias teorías existen sobre cuando el texto de El Relato de Genji fue terminado, pero tal parece que ella continuó escribiéndolo mientras servía a la emperatriz, falleciendo, posiblemente, poco después de terminar la novela, quizá cuando tenía al rededor de cuarenta años o más. Su tumba aún puede ser vista en un templo budista en Kyôto, la antigua capital donde las principales escenas de esta novela se desarrollan.

La autora, quien vivió el esplendor de la familia Fujiwara en el poder y la decadencia de la era Heian, percibió el vacío y falsedad de la sociedad aristocrática de su tiempo, la misma que alimentaba el sufrimiento de las mujeres de su época.
Gracias a su esmerada educación y gran capacidad de observación, lograría plasmar con gran maestría en toda su obra las emociones intrínsecas del ser humano como el amor, odio, sinceridad, celos, tristeza y otras, en un intento por redimir el alma femenina atrapada en lo juegos políticos y esquemas sociales impuestos por la preeminencia masculina en la sociedad Heian.

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